La Checa:
Pocas cosas tan versátiles como una checa. Esa pequeña tapa metálica ondulada en los bordes, que se usa en las gaseosas, deriva su nombre de ‘tapa corona’ por el parecido con una corona real. La inventó en 1892 el irlandés William Painter. La original tenía un revestimiento de corcho que se pegaba al cuello de la botella, y debajo del corcho, una inscripción que indicaba que era un producto de Checos- lovaquia, país del cual se importaba antes de que se produjera en Colombia.
Es por eso que aquí la llamamos “checa”. Painter inventó también el destapador, para poder abrir la botella, pero ha podido ahorrarse el esfuerzo, porque cuando la sed aprieta, la gaseosa se destapa hasta con los dientes. Además de tapa de gaseosa, la checa tiene entre nosotros múltiples usos, como: servir de bola de béisbol para jugar chequita en plena calle, con un palo de escoba viejo.
Machacada con una piedra, haciéndole dos agujeros y con medio metro de pita curricán, es una carrucha. Con un cuadrito de cartón y un clavo en la mitad, sirve para forrar cosas en tela o plástico, sin que este se desgarre. Algunas vienen premiadas por las embotelladoras para promocionar sus gaseosas. Tres chequitas y una pequeña piedra son un juego que consiste en adivinar en cual de las tres checas está la piedra.
Colocada boca arriba, llena de raticida, se usa para eliminar
roedores. Y en un plano ya más romántico, en la vieja Barranquilla,
cuando el legendario Jardín Águila fue remodelado y redondeado, se le
dio el nombre de La Checa. ¿Y acaso a uno de nuestros más exitosos
valores musicales no le llamamos cariñosamente el Checo?
Por Antonio Celia C.
antonioacelia32@hotmail.com
Por Antonio Celia C.
antonioacelia32@hotmail.com
* Alguien dijo en el Facebook que tambien sirve para hacer volcancitos el dia de las velitas.
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